Granada se asocia universalmente con el esplendor de al-Andalus. A
partir del año 711, las primeras incursiones musulmanas se encontraron
con una población formada en los extramuros de Illiberris, llamada
Garnata al Yahud, la ciudad de los judíos, que daría nombre a toda la
ciudad.
En el agitado siglo XI se produjo el traslado de la capital a su
primitivo emplazamiento, entre el Darro y el Genil, y se adoptó el
nombre de Hisn Garnata. La batalla de las Navas de Tolosa, en 1212,
marcó el punto final del dominio almohade y el territorio de al-Andalus
quedó reducido al ámbito de Granada, donde se impuso la dinastía nazarí,
fundada por Muhammad Ibn Yusuf Ibn Nasr, emir de Arjona en 1232. Pronto
controló Jaén y Porcuna, logró ser reconocido en Granada, donde instaló
su capital, y se anexionó Almería y Málaga. Con Yusuf I, en 1333, y
después con Muhammad V el Reino de Granada alcanza su apogeo, y es
cuando realiza sus construcciones en la Alhambra y el Generalife. La
guerra civil iniciada en 1485 precipitaría su caída.
En 1492, los Reyes Católicos hicieron su entrada en la ciudad, poniendo fin al esplendor andalusí.
Podéis consultarlas en:
https://www.legadoandalusi.es/las-rutas/paseos-por-granada/