lunes, 4 de noviembre de 2013

Leyendas de granada

 


 


MENDIGO CIEGO EN GRANADA
Caminaba una feliz pareja por el Albaicin Granada cuando le salío al paso un mendigo ciego.
Iba a pasar de largo el matrimonio cuando el marido le dijo a la mujer.
Dale limosna mujer, que no hay en el mundo nada como la pena de ser ciego en Granada.
Se encuentra inscrito el refrán en una lápida de mármol en el recinto de la Alhambra de Granada
El piropo no era en modo alguno exagerado.
mendigo ciego en Granada
leyendas de Granada LA CASA DE LA COLUMNA
Con la llegada de la primavera y asomada en el ajimez partido por una columna de blanco mármol, se percató que habían anidado una pareja de golondrinas. Tal fue su asombro cuando vio que, colgado de una de ellas pendía una cinta con una inscripción “la ausencia mata pero siempre aguardo”. En ese mismo instante volvió a recobrar la esperanza que poco a poco había ido perdiendo, puesto que sabía que esas palabras de amor venían del otro lado de los mares, venían de su amado Audailah.
Días antes de que las golondrinas marcharan al llegar la estación otoñal, Laila colocó otro mensaje en la cinta “esperar es vivir” alentando al muchacho del vivo amor de su amada, a pesar de haber transcurrido los años. Pero Laila esperó en vano, pasó otro año, volvió la primavera y anidó la misma pareja de golondrinas, pero esta vez sin portar noticia alguna, nada más que soledad. Fue por eso por lo que la bella doncella cayó en una grave enfermedad, que según decían solo el amor podía curar. Cuando se creía peor de su dolencia se presentó Audailah ante su ventana, que venía con buenos propósitos, el de hacerla su esposa. Resultó casi un milagro la rapidez con la que la joven sanó y ya de su dolencia ni se habló.

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